"Decía el historiador Henry Brooks Adams que un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia. También Pitágoras nos lo advirtió: Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres. Parece que nadie pone en duda la importancia de la educación en nuestro futuro y su influencia en la formación de nuestra personalidad. Sin embargo, la labor de los docentes, sobre todo de los que están fuera del ámbito universitario, y que paradójicamente intervienen en nuestra etapa más determinante, no siempre está del todo reconocida y no siempre se les facilita todo lo que se debiera.
Luz Pichel ha dedicado más de treinta años de su vida a enseñar literatura a nuestros adolescentes y preadolescentes dentro de distintos centros de enseñanza secundaria. Su trabajo no sólo ha consistido en dar a conocer la literatura a distintas generaciones. También ha intentado crear lectores, que sus alumnos se enamoren de la literatura y que vean en los libros un lugar donde encontrar refugio, y a veces salvación y respuesta ante las encrucijadas que nos plantea la vida.
Pero sobre todo Luz Pichel, al igual que cualquier otro educador, sea cuál sea su materia de enseñanza, ha tratado de dar herramientas con las que afrontar el mundo a unos niños que apenas empiezan a despertar a la vida. Su trabajo, como el de todos los profesores, es un trabajo anónimo, sacrificado en ocasiones, generoso, por supuesto, da mucho y no espera nada a cambio, más que la recompensa de ver el éxito de sus logros en el éxito de los logros ajenos.
Un Anaquel que, bajo nuestro punto de vista, era necesario, importante y que se ha hecho esperar. En este nuevo programa brindamos pequeño homenaje, en la persona de Luz Pichel, a todos aquellos profesores que coincidieron en nuestro camino y nos enseñaron a amar los libros y a ser un poco mejores personas. Gracias.
Todos los martes en www.literalia.tv"