La comida más extraña que en realidad NO me comí pero que me impresionó mucho fue en Osaka en un restaurante del barrio coreano de Tsuruhashi, fue ¡pulpo!, yo lo denomino "pulpo vivo". Era pulpo fresquito fresquito, recién cortado que mis amigos se comieron tan ricamente. A mi me causó mucha impresión.
Podéis ver los vídeos del pulpo en cuestión pinchando en esta entrada de mi antiguo blog.
Ya que estoy aprovecho para mencionar que la bebida más extraña a la par de asquerosa que he probado en mi vida, ha sido la soda de Takoyaki, la llevó un compañero a la escuela y ¡rediós!, que malo estaba eso.